A pesar de ser una afección frecuente, las migrañas suelen ser difíciles de tratar y hay mucho que desconocemos sobre ellas. Ahora, un estudio arroja nueva luz sobre qué tratamientos funcionan mejor, y hay algunas buenas noticias. No siempre se necesitan tratamientos costosos para tratar las migrañas.
Las migrañas, una afección neurológica caracterizada por dolores de cabeza intensos y pulsátiles, a menudo acompañados de náuseas y sensibilidad a la luz y el sonido, afligen a millones de personas en todo el mundo. No sólo son dolorosos, sino también una de las principales causas de discapacidad, especialmente entre mujeres menores de 50 años. A pesar de la disponibilidad de medicamentos preventivos, su uso es sorprendentemente bajo y las tasas de cumplimiento son difíciles. Una razón para ello puede ser el costo.
Un nuevo estudio realizado en Noruega, que abarca una década (2010-2020), ofrece información invaluable sobre la efectividad y las tasas de retención de diferentes medicamentos preventivos para la migraña. Este estudio de cohorte a gran escala, basado en registros, analizó datos de 104.072 pacientes, proporcionando una comprensión sólida y completa de los tratamientos para la migraña en un entorno del mundo real.
La investigación comparó varios fármacos con los betabloqueantes, el fármaco preventivo de la migraña más recetado en Noruega (otros países tienen diferentes tratamientos recomendados para la migraña). Los tratamientos de prevención de la migraña abarcan una variedad de medicamentos. Existen opciones genéricas más tradicionales, como betabloqueantes, antidepresivos y anticonvulsivos. Y recientemente ha habido innovaciones como los anticuerpos monoclonales dirigidos a la vía peptídica relacionada con el gen de la calcitonina (CGRP mAB) y la toxina botulínica A (BtA o Botox), específicamente para las migrañas crónicas. Las personas que padecen migrañas crónicas, a diferencia de las episódicas, a menudo necesitan una intervención farmacéutica extensa, que puede resultar bastante costosa.
Alternativas efectivas
Ahora, los investigadores han descubierto que tres medicamentos eran mejores para prevenir las migrañas que los betabloqueantes: los inhibidores de CGRP, la amitriptilina y la simvastatina. La simvastatina tuvo mayor efectividad y retención que los betabloqueantes, mientras que la amitriptilina tuvo mayor efectividad pero menor retención durante los primeros 90 días de tratamiento.
“Los dos últimos medicamentos también son medicamentos establecidos que se utilizan para la depresión, el dolor crónico y el colesterol alto, respectivamente, mientras que los inhibidores de CGRP se desarrollan y utilizan específicamente para la migraña crónica”, dice la profesora Marte-Helene Bjørk del Departamento de Medicina Clínica de la Universidad de Bergen, quien dirigió la investigación.
De estos, los inhibidores de CGRP destacan como la opción más cara. Sin embargo, los otros dos son opciones de tratamiento relativamente económicas.
“Nuestro análisis muestra que algunos medicamentos establecidos y más baratos pueden tener un efecto de tratamiento similar al de los más caros. Esto puede ser de gran importancia tanto para el grupo de pacientes como para la asistencia sanitaria noruega”, afirma Bjørk.
Dado que el estudio se realizó en Noruega e involucró a pacientes noruegos, es posible que los hallazgos no sean generalizables a poblaciones de otros países con diferentes genéticas, estilos de vida o sistemas de atención médica. Sin embargo, si los hallazgos se confirman en una población más generalizable, podrían llevar a renovar la forma en que abordamos las migrañas e incluso resaltar nuevas vías de tratamiento. Los investigadores han iniciado ahora un estudio más amplio para medir el efecto de otros medicamentos para reducir el colesterol como medidas preventivas contra las migrañas.
El estudio fue publicado en la European Journal of Neurology.
Fuente: ZME Science.
