Descubierto en ratones mecanismo cerebral que controla el miedo, según estudio

Biología

El miedo, que nos aprieta la espalda, puede llegar a consumirnos por completo. Desencadena una cascada de cambios químicos que se refuerzan a sí mismos en nuestro cuerpo para prepararnos rápidamente para una respuesta a la amenaza. Cuando este proceso falla, las consecuencias pueden incluir ansiedad y trastorno de estrés postraumático (TEPT), una afección que puede provocar repeticiones incontrolables de un evento traumático, lo que mantiene a las personas atrapadas en el miedo.

Pero como la mayoría de nosotros no estamos constantemente atrapados en el modo de lucha-huida-parálisis y adulación, nuestros cuerpos claramente tienen algún mecanismo para frenar esta respuesta de miedo. Los investigadores acaban de identificar uno de estos frenos en los cerebros de los ratones.

El investigador biomédico Wen-Hsien Hou, con base en la Universidad Yang Ming Chiao Tung (NYCU) durante el estudio, y sus colegas encontraron este mecanismo en las amígdalas de los ratones, parte del cerebro de los mamíferos involucrada en el procesamiento de la memoria y las respuestas emocionales. Cuando se condicionó a los ratones a asociar un sonido específico con una descarga eléctrica y luego se los amenazó con ese sonido, un grupo de células de sus amígdalas se activó.

“Cuando se inhibieron estas células nerviosas específicas, los ratones se congelaron durante más tiempo cuando anticiparon una descarga eléctrica”, explica Hou.

Esto sugiere que estaban experimentando más miedo que sus compañeros cuyas neuronas “freno del miedo” no habían sido suprimidas genéticamente.

“Estas células actúan como frenos, evitando reacciones excesivas al miedo”, dice el neurofisiólogo de la NYCU Cheng-Chang Lien.

La mayoría de los circuitos celulares que contienen nuestros recuerdos (engramas) que los investigadores han identificado hasta ahora responden al glutamato. Pero este circuito “freno” parece estar basado en ácido gamma-aminobutírico (GABA).

Investigaciones anteriores también han demostrado que un cambio entre estos dos neurotransmisores está involucrado en el miedo. Las células involucradas están ubicadas en la parte central-lateral de la amígdala, que actúa como una especie de biblioteca para los recuerdos del miedo.

El circuito neuronal recientemente identificado parece controlar la cantidad de miedo que expresan los mamíferos cuando se accede a esos recuerdos, al contrarrestar nuestros circuitos de aceleración del miedo que utilizan glutamato. Si bien los humanos comparten muchas características cerebrales fisiológicas con los ratones, también existen diferencias, por lo que aún queda mucho camino por recorrer antes de que podamos confirmar que este proceso actúa de la misma manera en nuestros propios cerebros. Pero el estudio proporciona un camino para encontrar estos frenos del miedo dentro de nosotros.

Nuestros hallazgos arrojan luz sobre los complejos mecanismos involucrados en la formación y regulación de los recuerdos del miedo”, escriben Hou y su equipo. “Demostramos que la inhibición selectiva mejora la expresión de los recuerdos del miedo”.

Si los investigadores encuentran un circuito equivalente en los humanos, los científicos podrían determinar si desempeña un papel en el TEPT.

Esta investigación fue publicada en Cell Reports.

Fuente: Science Alert.

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