El CBD puede ser una terapia prometedora para las personas que viven con el VIH. Si bien el virus se puede controlar con tratamiento, aún puede causar estragos en el cerebro y causar problemas cognitivos. Investigadores de la Universidad Internacional de Florida (FIU) han descubierto que los efectos antiinflamatorios del CBD pueden esencialmente mantener bajo control las células infectadas por el VIH en el cerebro, evitando que actúen mal.
Esto es importante porque la neuroinflamación asociada con el VIH crea un peligroso efecto dominó: la inflamación hace que las células infectadas que se esconden en el cerebro se activen, inicien el proceso de replicación y propaguen el virus nuevamente al cuerpo. Tal como se publicó en Scientific Reports, el equipo demostró que el CBD actúa a nivel molecular para reducir la inflamación y mantener estas células inactivas.
La supresión tanto de la inflamación como de las células infectadas por el VIH es clave debido a la forma en que actúa el VIH. Después de secuestrar las células inmunes en el torrente sanguíneo, el VIH atraviesa la barrera hematoencefálica. Una vez en el cerebro, el virus se dirige a la microglía, las células inmunitarias del cerebro. Estas células infectadas entran entonces en una especie de hibernación.
“Aunque el VIH cruza la barrera hematoencefálica, los medicamentos antirretrovirales que impiden que el virus se replique no pueden cruzar eficazmente la barrera hematoencefálica, por lo que el cerebro se convierte en un depósito del VIH”, explica Adriana Yndart Arias, primera autora del estudio y estudiante de PhD de la Facultad de Medicina Herbert Wertheim de la FIU. La neuroinflamación asociada al VIH despierta las células dormidas y hace que produzcan el virus. Luego, la infección puede regresar del cerebro al torrente sanguíneo. Perpetúa un círculo vicioso en el que la infección continúa, afirmó Madhavan Nair, distinguido profesor y director del Instituto de Farmacología Neuroinmune de la FIU.
La inflamación es la raíz de muchos de los síntomas relacionados con la cognición que enfrentan las personas con VIH. Y la razón por la que dependen del cannabis o la marihuana medicinal para controlar el dolor, las náuseas y más. Estos productos contienen THC, una sustancia que produce efectos psicoactivos que provocan un “subidón” y otros efectos secundarios, como la adicción. Nair, que junto con su equipo ha estado realizando estudios sobre cómo el abuso de drogas afecta las infecciones por VIH, señala que esto puede exacerbar los síntomas. No se han realizado muchas investigaciones sobre cómo compuestos como el THC y el CBD (ambos derivados de la misma planta) impactan el cerebro a nivel molecular. Yndart, que trabaja en el laboratorio de Nair, decidió averiguarlo.
Probó diferentes concentraciones de THC y CBD en cientos de células de microglia infectadas por el VIH. Luego, célula por célula, buscó marcadores o pistas específicos que expusieran si las células estaban activadas.
Las células tratadas con CBD redujeron la cantidad de moléculas inflamatorias e impidieron que las células infectadas se activaran. Nair e Yndart enfatizan que el CBD es un candidato prometedor para nuevas formas de tratar los trastornos neurocognitivos y otros trastornos inflamatorios causados por el VIH, pero se necesitará más investigación, incluidos ensayos clínicos que investiguen diferentes formulaciones de CBD.
Fuente: Medical Xpress.