Nuevo tiranosaurio pudo haber sido el ancestro del T. rex

Biología

En los paisajes áridos de Las Cruces, Nuevo México, un descubrimiento casual realizado por civiles en 1983 dio lugar a un hallazgo innovador en el mundo de la paleontología. En el embalse de Elephant Butte, lo que comenzó como un tranquilo viaje en bote se transformó en una expedición histórica con el descubrimiento de una mandíbula que permaneció oculta durante millones de años, esperando revelar sus secretos.

Los paleontólogos del cercano Museo de Historia Natural y Ciencia de Nuevo México poco después se unieron a la escena y comenzaron a excavar. Descubrieron huesos de dinosaurio adicionales, incluida parte del cráneo.

Inicialmente, los paleontólogos atribuyeron los huesos al T. rex, quizás el más famoso de todos los dinosaurios y el superdepredador del período Cretácico Superior que existió entre 66 y 68 millones de años atrás. Sin embargo, un nuevo estudio publicado esta semana concluye que los fósiles pertenecen a una especie completamente nueva denominada Tyrannosaurus mcraeensis.

Mandíbula de Tyrannosaurus mcraensis. Crédito: Nick Longrich.

Esta especie vagó por la Tierra hace entre 70 y 73 millones de años, precediendo al T. rex en hasta cinco millones de años. ¿Podría ser este el predecesor del rey de los dinosaurios? La respuesta está en la investigación en curso y en los descubrimientos futuros.

Anthony Fiorello, director ejecutivo del museo, destaca algunas diferencias clave entre los dos tiranosaurios estrechamente relacionados: una mandíbula inferior esbelta y curvada que sugiere un hábito de alimentación único y características distintivas alrededor del ojo, incluida la ausencia de cuernos sobre los ojos, un característica común en el T. rex.

Dientes de Tyrannosaurus mcraensis. Crédito: Nick Longrich.

Cicatrices del pasado
Tyrannosaurus mcraeensis no era un dinosaurio más; fue un sobreviviente. Las cicatrices en su mandíbula insinúan una vida tumultuosa, probablemente involucrando feroces batallas con otros tiranosaurios o individuos pertenecientes a diferentes especies.

A diferencia de muchos de sus contemporáneos que se encontraban cerca de las costas, T. mcraeensis vivía en un entorno diferente, lejos del mar. Esto plantea preguntas intrigantes sobre su estilo de vida y el ecosistema en el que prosperó. Con un tamaño comparable o potencialmente superior al del T. rex, esta especie fue probablemente el máximo depredador de su época. La idea de que T. mcraeensis podría haber superado al famoso T. rex es una posibilidad tentadora, aunque se necesitan más especímenes para confirmarlo.

Anteriormente, se creía que los parientes más cercanos conocidos del T. rex eran de Asia. La aparición de T. mcraeensis apunta a Laramidia, una antigua masa de tierra que cubría la costa occidental de América del Norte hace entre 100 y 66 millones de años, como un posible punto de origen del linaje de tiranosaurios. Para aquellos ansiosos por presenciar esta pieza del rompecabezas prehistórico, el Museo de Historia Natural y Ciencias de Nuevo México en Albuquerque invita a los visitantes a encontrarse cara a cara con el fósil que lo inició todo.

Los hallazgos aparecieron en la revista Scientific Reports.

Fuente: ZME Science.

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